Descarbonización: Cierre anticipado de central de Colbún queda sujeto a no afectar contrato con Codelco
En la misma línea, Engie enfatizó a la autoridad que tiene la obligación de cumplir sus contratos de suministro eléctrico.
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Un conjunto de condiciones y advertencias fue lo que dejaron plasmadas las empresas al firmar sus respectivos acuerdos de descarbonización. Así lo reflejan los escritos suscritos por las firmas a la hora de materializar el anuncio principal del gobierno de retirar ocho centrales a carbón en cinco años y alcanzar una salida total al año 2040.
Una de las que rayó la cancha y tomó sus resguardos fue Colbún, a pesar de ser dueña de sólo una de las 28 centrales a carbón existentes en el país.
La firma, que declaró como meta de cierre de la Central Santa María para 2040, puso a modo de precaución el acuerdo de suministro eléctrico que firmó el 20 de enero de 2010 con Codelco y que actualmente está en conversaciones para su renegociación. Alcanzado hace casi 10 años, este convenio consideró dos contratos: uno de ellos de 15 años que finaliza en 2029 y otro a 30 años que caduca en 2044.
Considerando que el acuerdo del gobierno contempla una horizonte de, al menos 20 años, Colbún habría tomado sus precauciones estableciendo que el cierre anticipado de Central Santa María está sujeto a la no afectación del contrato con Codelco.
“Colbún manifiesta expresamente que, para todos los efectos de este acuerdo, su declaración y meta de cierre anticipado de la Central termoeléctrica Santa María queda sujeta a la condición de no afectar ni hacerle incurrir en incumplimiento ni término anticipado del contrato vigente de suministro eléctrico de largo plazo denominado ‘Contrato de Compraventa de Electricidad (Contrato 2-2010) entre Colbún y Codelco del 20 de enero de 2020’ y sus modificaciones posteriores, asociado a dicha central”, dice el documento firmado por Juan Eduardo Vásquez, que hace mención al convenio que vence el 2044.
La empresa también hace mención en su documento al proyecto de ley de flexibilidad y asegura que considera importante que en el plan de descarbonización “se den igualmente las señales regulatorias y de mercado para seguir desarrollando una matriz tecnológica y diversificada que incluya fuentes de generación que provean energía firme y despachable, así como renovables de base variable”. Sólo así, agrega, será posible que el proceso de revisión periódica permita concluir en cronogramas que conduzcan al cumplimiento de la meta de cierre o retiro.
Pero no fue la única firma que tomó resguardos. Engie consignó en su acuerdo con el Ministerio de Energía que realizará sus mejores esfuerzos para acompañar a la autoridad en la implementación del plan de descarbonización.
Con todo, agrega la compañía, “cualquier acuerdo relativo a dicho plan y, asimismo, la aprobación de los calendarios quedan sujetos a la aprobación del directorio o de la junta de accionistas”.
Incluso, la firma declara que “tiene la obligación jurídica de dar cumplimiento a sus contratos de suministro eléctrico, por los que sus acciones se enmarcarán siempre a la luz de dichas obligaciones y los compromisos jurídicos adquiridos, orientados a entregar un suministro seguro y confiable”.